En casa, se honran los pretzels, pero esta vez en forma de hogazas. Como dije antes, a mi hija le gustan mucho y decidí diversificar un poco y hacerlos como tartas. La receta que utilicé es esta. Quedaron maravillosos, suaves y muy sabrosos. Se pueden comer así o como más te guste. Quizás alguien diga que es un juguete grande para hacerlos, pero en realidad no lo es. Un máximo de 10 minutos más que la cocción según una receta estándar.

Productos:

1 1/2 cucharadita. agua tibia

7 g de levadura seca

2 cucharaditas azúcar

4 1/2 cucharaditas. harina

2 cucharaditas sal

4 cucharadas mantequilla derretida

1/4 cucharadita bicarbonato

unos 2 litros de agua

1 yema de huevo

sal gruesa

La levadura se disuelve en agua y se deja durante 5 minutos hasta que forme una ligera espuma. Agrega el azúcar, la sal, la mantequilla y la harina y mezcla muy bien. Si queda poca harina, como me pasó a mí, añadir más. Debe obtenerse una masa blanda pero no pegajosa. Coloque la masa terminada en un recipiente engrasado y cúbrala con una toalla o film transparente. Deje crecer hasta que duplique su tamaño o aproximadamente 1 hora. Durante este tiempo, se preparan dos bandejas; si son grandes, se cubren con papel de horno y se untan con aceite. Una vez que la masa haya subido, divídela en 18 partes iguales. Formar bolitas bonitas y dejar reposar de nuevo.

Ahora es el momento de llevar a ebullición el agua mezclada con el refresco. Una vez que hierva y las bolas hayan subido, deje caer cada barra en el agua durante unos 30 segundos. Sácalo y colócalo en el molde preparado, disponiendo los panes a cierta distancia unos de otros. Hacer un corte en el medio con un cuchillo afilado, untar la yema de huevo batida con un poco de agua y espolvorear con sal. Hornee en un horno precalentado a 220*. Dejar enfriar sobre una rejilla.

Está bueno comerlos calientes, pero fríos están riquísimos 🙂

Entonces… agrego a la publicación una nueva experiencia. Nicole pronto me pidió que le volviera a hacer estos deliciosos panes, pero el tiempo que tenía era poco y decidí acortar el procedimiento.
No batí la levadura con anticipación, solo mezclé la masa. Luego inmediatamente lo dividí en bolitas y lo dejé levar solo una vez. De esa manera ahorré casi una hora y aún así obtuve panes muy sabrosos. Se ven así.

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