Hacer dulces en casa no es nada complicado. Y el placer que se siente al oler el aroma que sale del horno es indescriptible. Además, recompensan con un montón de caras felices a los miembros de la familia, que a menudo no pueden esperar para comer más dulces picantes.
Hay recetas de pasteles que son más complicadas, con más ingredientes y, a menudo, requieren compras especiales para prepararlas. Sin embargo, esta receta de galletas caseras blandas es diferente.
Seguro que la mayoría tenéis los productos para hacerlos en casa. Está en mi viejo cuaderno y no recuerdo de dónde lo saqué.
Antes de hacerlos, pensé en pegarlos y cubrirlos con chocolate. Sin embargo, mis planes fracasaron porque la mitad de los dulces se los comieron casi de inmediato… Y no son pocos.



Productos:

3 huevos
2 cucharaditas azúcar
1 cubo de yogur 400 g
1/2 cucharadita aceite
1 cucharadita bicarbonato
3 vainillas
700 gramos de harina

dulce de tu elección (se pueden agregar nueces o trozos de chocolate)

* la taza de té tiene una capacidad de 200 ml

Batir el azúcar con los huevos hasta que quede blanco. La soda se disuelve en el yogur y se vierte en los huevos. Agrega el aceite y la vainilla. Se revuelve. Se empieza a añadir la harina poco a poco (yo mezclé con la batidora). Se obtiene una masa bastante espesa, que al final resulta difícil de mezclar. Las burbujas comienzan a subir a la superficie.

Para preparar los dulces más fácilmente, os recomiendo preparar 3 bandejas. Mientras uno se hornea, llenas el segundo molde con dulces y el tercero se enfría después de haberle quitado la dosis de dulces 🙂 Por supuesto, este es mi método y no tienes que hacerlo exactamente así. Puedes forrarlas con papel de horno, que puedes engrasar ligeramente, o directamente puedes engrasar las bandejas sin el papel. Los horneé en papel porque me resulta más cómodo.
Con una cucharada tomas un poco de la mezcla y con ayuda de otra cuchara la pones en la bandeja. No saques demasiada mezcla o tus pasteles quedarán anormalmente grandes. Aparte un poco más de una cucharadita, porque los bizcochos se inflan mucho al hornear. Pon un poco de mermelada en medio de los dulces. Pero no te excedas. En mi caso utilicé mermelada de higos. Como ya escribí anteriormente, también puedes ponerle trozos de chocolate o nueces.

Los dulces se hornean en un horno precalentado a 180 grados, hasta que estén dorados.

Si se desea, una vez que se hayan enfriado, se espolvorean con azúcar glass.

Se pueden unir con mermelada, ganache o nata muy espesa, y también cubrir con chocolate. Pero… la próxima vez.

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