Las patatas campesinas son un aperitivo muy popular para las bebidas frías. Además de pedirlos en un restaurante, también podrás prepararlos con éxito en casa. La receta de estas patatas rústicas se prepara al horno, y para muchas personas esto supone un importante plus. Las patatas son muy sabrosas y no difíciles de preparar. Sólo que tú podrías ensuciarte más, pero eso no sería un problema, ya que a continuación te espera un refrigerio muy sabroso 🙂
Productos:
1 kg de patatas
5-6-7 cucharadas. pan rallado
1 cucharadita pimiento rojo
1 cucharada sabroso
1 cucharadita orégano
1 cucharadita cúrcuma
aproximadamente 1 cucharadita pimienta negra
si lo deseas puedes añadir una pizca de pimiento rojo
sal al gusto
1 cucharadita aceite
Las patatas se pelan, se lavan y se cortan en rodajas. Hervir unos 2 litros de agua con 1 cucharada. Se le vierte sal y patatas. Después de hervir nuevamente, déjelo hervir durante 5 minutos. Luego se vierten con agua fría y se dejan enfriar. Sécalos con un paño limpio.
Y ahora hay dos opciones.
Primera opción: mezclar el aceite con el pan rallado, la sal y todas las demás especias en un bol y enrollar las patatas rebanada a rebanada en esta mezcla.
Segunda opción: mezclas el pan rallado con la sal y el resto de las especias. Sumerge cada rodaja de patata primero en el aceite y luego en las especias.
Luego colocas las patatas en una bandeja grande forrada con papel de horno y las horneas en un horno calentado a 180 grados hasta que adquieran un apetitoso color tostado.
Probé ambas opciones y me gustó más el resultado de la primera.