Estas albóndigas de pollo realmente se hacen según el procedimiento rápido, y el resultado es bastante bueno y satisface los caprichos en casa 🙂 Son aptas tanto para consumir con guarnición como para hacer sándwiches. Están riquísimos calentitos, pero no está de más comerlos fríos. Si se quedan 🙂
Productos:
400 g de filete de pollo
3 huevos
1/2 manojo de perejil
1 cucharadita harina
1 cucharadita yogur
1 cucharadita cúrcuma
sal y pimienta al gusto
* La taza de café tiene una capacidad de 80 ml.
Corta el filete de pollo en cubos pequeños y colócalo en un bol. Se le añaden huevos, leche, harina, especias y perejil finamente picado. Se mezcla muy bien. Deberías obtener una mezcla espesa que puedas verter en la sartén.
Si la mezcla parece demasiado líquida, puedes agregar una o dos cucharadas más de harina. Depende del tamaño de los huevos que utilizarás. Si son más grandes, puede que siga siendo raro.
Calienta un poco de grasa en una sartén y vierte aproximadamente 1 1/2 cucharada. de la mezcla preparada, que se forma en un círculo. Freír hasta que esté cocido por ambos lados. Freír las albóndigas a fuego moderado, no muy alto, para que no se quemen. Deben quedar dorados.
Eso es todo. No hay problema. Unos 20-30 minutos 🙂