Las brochetas de pollo son muy fáciles de hacer en casa y ¡están riquísimas! Ni siquiera tienes que asarlos, puedes reemplazarlos con una sartén para asar como lo hice yo. Esta vez elegí una receta que solo contiene carne, pero las brochetas de pollo quedarán maravillosas si les agregas algunas verduras: pimiento, cebolla, calabacín y champiñones.
Cocinadas de esta manera, las brochetas quedan jugosas y tiernas. La marinada se elabora con aceite de oliva, limón, ajo y especias. Si les agregas panecillos caseros, como hice yo, tu cena quedará aún más deliciosa. Como complemento, sugerí calabacines asados, tomates, pepinos, pimientos, queso y salsa. Una combinación perfecta. Tan simple, pero tan delicioso. En este caso utilicé filete de pollo, pero quedará muy bien con carne de pierna.
Aquí están los productos necesarios:
unos 800 g de pollo (filete o pierna, quizás una combinación de ambos)
4 cucharadas aceite de oliva
2 cucharadas jugo de limón recién exprimido
1 cucharada cáscara de limón rallada
1 cucharadita pimiento rojo
1 cucharada orégano seco
1 cucharadita tomillo seco
3 dientes de ajo, muy finamente picados
pimienta negra
sal
La carne se corta en trozos de unos 2 cm. Todos los demás productos se mezclan en un bol y se mezclan bien. Verter la carne, mezclar bien y dejar marinar al menos 2 horas, revolviendo periódicamente. Si lo dejas más tiempo sería aún mejor.
La carne se ensarta en brochetas. Ase en una parrilla caliente o en la parrilla hasta que esté completamente cocido. Es mejor servirlo inmediatamente.
Si buscáis una buena receta de brochetas de cerdo, os recomiendo la mía. Me encantan cocinados así.