Hacía mucho tiempo que no cocinaba un trozo de carne entero en casa. Hubo un tiempo en que me gustaba mucho hornear de diferentes maneras, pero de alguna manera eso pasó. Aquí estoy ahora con una nueva propuesta que resultó ser un experimento bastante exitoso. Y además, también es muy fácil. Yo lo hice con solomillo de cerdo y quedó buenísimo. Pero mi idea original era hacerlo con cuello. Sin embargo, cuando fui a la tienda, resultó que no había cuello, solo un pez. Así que aquí estoy con un pececito. Como sabéis, muchas veces se vuelve más seco, pero a nosotros nos gustó bastante.
Sin embargo, recomiendo usar un cuello, paleta o pierna para esta receta. La próxima vez probaré unos botines. La otra cosa que fue un experimento absoluto es que le puse cebollino fresco y estragón fresco. Mi idea era poner salvia, pero se me olvidó arrancarla, y al mismo tiempo tenía estos dos ejemplares en mi nevera. El experimento fue exitoso. Por eso lo estoy publicando.
Necesitas una cazuela de barro para hacer la receta. Si el trozo de carne no cabe todo en la cazuela, córtalo en dos o tres trozos.
Productos:
alrededor de 1,2 kg de carne de cerdo, según preferencia y disponibilidad
4 cucharadas pesto de albahaca
200 ml de vino blanco
sal
2-3 ramitas de cebollino fresco
1 ramita de estragón fresco
*si no hay especias frescas disponibles, sustitúyalas por especias secas
Y aquí te escribiré: si el trozo de carne es grande y no cabe en la cazuela, córtalo en dos. Secarlo y salarlo. Si tienes tiempo, déjalo al menos una o dos horas en el frigorífico para que absorba la sal.
Después se unta bien la carne con el pesto y se pone en la cazuela. Picar las hojas de eneldo y estragón y colocarlas sobre y alrededor de la carne. Se vierte el vino blanco.
Y listo. Tapas la cazuela y la echas al horno. Para evitar que la cazuela reviente, colócala en el horno frío. Se enciende el horno a 220 grados hasta que hierve el líquido de la cazuela. Luego se reduce a 170 grados y se hornea hasta que la carne esté lista.
Lo serví con patatas asadas y salsa de yogur, crema agria, ralladura de limón y cebollino fresco picado.