Los estudiantes más jóvenes ya están de vacaciones. Y mi hija está entre ellos. Esta mañana cuando se despertó dijo que quería algo diferente para desayunar. No es un sándwich, no son panqueques, no es algo que haya hecho antes… ¿Y ahora qué? ¿Qué tengo que hacer? Lo recordé. Cuando yo era como ella, mis padres me mandaban al campo durante las vacaciones. Luego una de mis abuelas hacía unas cosas de las que no sé el nombre. Los frió y los espolvoreó con azúcar glass. Decidí intentarlo, saliera lo que saliera. Se gustaban 🙂
Productos:
2 huevos
3 cucharadas azúcar
10 cucharadas harina
50 ml de leche fresca
1 vainilla
1 cucharadita Levadura en polvo
Batir los huevos con un alambre. Agrega el azúcar, la harina, la levadura en polvo y la vainilla. Mezclar bien. También se vierte leche. Se vierte un poco de grasa en una sartén, suficiente para cubrir el fondo. Calentar y verter una cucharada de la mezcla. Se fríen por ambos lados y se sirven calientes, espolvoreados con azúcar en polvo, untados con chocolate líquido, con algún tipo de mermelada o miel.