La masa Napoleón es un postre muy popular que se suele elaborar con masa de hojaldre. En mi caso, sin embargo, es con masa de tarta porque me quedó un poco en el frigorífico y necesitaba utilizarlo para algo. Decidí no hacer tarta ni baklava y esta vez hice este delicioso postre cremoso.
No pretendo estar cerca de la verdad, pero nos resulta muy sabroso. Además, la receta que comencé a preparar resultó ser inexacta y tuve que revisarla.
Productos:
1 paquete de masas de tarta (400 g)
1/2 litro de leche fresca
200 gramos de azúcar
3 huevos
50 g de almidón
200 ml de crema pastelera
2 vainillas
50 g de mantequilla de vaca
Comienza con la preparación de la crema.
Se lleva a ebullición la leche fresca. El almidón se disuelve con un poco de agua. Se mezclan las yemas de huevo con el azúcar en un recipiente refractario grande y se les añade la leche caliente. La mezcla se devuelve al fuego y se vierte en ella el almidón disuelto. Hervir durante 3-4 minutos, revolviendo constantemente. Agrega la vainilla. Se deja enfriar la nata. Batir las claras a punto de nieve y añadirlas con cuidado a la nata por partes. Mezclar bien. Montar la nata y añadirla a la nata.
Las masas de tarta se cortan en trozos pequeños, se separan con cuidado, se colocan en una bandeja para horno y se espolvorean con trozos de mantequilla. Se ponen a cocer en el horno precalentado a 180*. Revuelva con frecuencia y hornee hasta que estén crujientes y ligeramente dorados.
Algunos de ellos están asignados a la parte superior. El resto se divide en tres partes iguales.
En un recipiente adecuado – en mi caso, un molde de tarta con las paredes humedecidas, ponemos unas costras, vertemos 1/3 de la nata, luego costras y nata, y así terminamos con nata. Espolvorear encima las pieles separadas al principio. Lo dejamos reposar 4-5 horas antes de consumir 🙂 El momento favorito de todos es esta espera, pero no podemos prescindir de ella.