¿Eran realmente tan ricos o nos gustaban tanto simplemente porque no había otro lugar donde comprarlos y esperábamos que llegara la ocasión de hacerlos en casa?
Realmente están así de deliciosos, te lo aseguro. Nada sabe mejor que los dulces caseros. Otro tema es la calidad de los productos hoy en día, pero no lo discutiremos aquí.
Productos:
Para la masa:
2 huevos
1 cucharadita azúcar
1 cucharadita yogur
1 cucharadita igual. bicarbonato de sosa
1/2 cucharadita aceite
1 vainilla
unos 600-700 g de harina
una pizca de sal
Para la crema:
1 litro de leche fresca
4 huevos
1 cucharadita azúcar
1 cucharadita harina
50 g de mantequilla de vaca
1 vaina de vainilla
Yo uso una taza de té de 200 ml.
Comienza con la preparación de la crema. Se separa una taza y media de la leche fresca. Se baten los huevos con el azúcar con ayuda de un alambre y se va añadiendo poco a poco la harina y la leche fresca separada. Mezclar hasta obtener una mezcla suave.
Hervir el resto de la leche. Se retira del fuego y se vierte en él la mezcla anterior. Revuelve bien y vuelve a llevar a fuego lento hasta que hierva, revolviendo constantemente. Después de que hierva se retira y se añade a la nata la mantequilla de vaca. Revuelve nuevamente y deja enfriar por completo.
Para la base de los conos se pueden utilizar moldes ya preparados o se pueden hacer con papel de aluminio, tapas de frascos e incluso moldes para hornear desechables.
Se tamiza la harina y se hace un pozo en ella. Los huevos se baten ligeramente y se vierten en él. Agrega el yogur con el refresco disuelto en él y el resto de productos. Amasar una masa suave y no pegajosa. No poner toda la harina al principio y añadir poco a poco para evitar que quede una masa demasiado dura. Dejar reposar 20 minutos, cubierto con una toalla limpia.
Coge una parte y enróllala formando un rectángulo de unos 4 mm de grosor y unos 25 cm de largo (si los embudos que usarás como base son más pequeños, el largo puede ser de unos 20 cm). Cortar tiras de unos 2 cm de ancho. Engrasar muy ligeramente los moldes con aceite. Se enrollan sobre los conos, superponiéndolos ligeramente y se disponen en una bandeja forrada con papel de horno.
Se hornean en un horno calentado a 180*. Se cocinan bastante rápido, así que tenga cuidado de no quemarlos o cocinarlos demasiado como hice yo con algunos de ellos 🙂
Los embudos se separan de la base mientras aún están calientes. Dejar enfriar y rellenar con la nata preparada. Rellénalas lo máximo posible, porque la masa absorberá la nata y quedará menos. Se bañan en nueces molidas.
Se disponen en un recipiente adecuado y se dejan reposar hasta el día siguiente.
Esa es la peor parte de todo… la espera.
Pero vale la pena.
¡Disfrútala! Nos encanta 🙂