Aquellos de ustedes que leen Stork’s Nest con regularidad sabrán que me encanta hacer recetas antiguas, y me encanta aún más hacer recetas antiguas con masa. Así es esta receta, un recuerdo de mi abuela. En este caso se enriquece con queso amarillo, pero generalmente se elabora únicamente con queso.
Productos:
350 ml de agua tibia
1/2 cucharadita sal
unos 700 g de harina
30 g de mantequilla de vaca para untar
Para el relleno:
250 gramos de queso
100 gramos de queso
2 huevos
Con el agua, la sal y la harina se amasa hasta obtener una masa agradable, como si fuera una tarta. La masa queda muy agradable, elástica y suave. Como el terciopelo. Yo usé exactamente 700 g de harina, pero es posible que necesites más o menos. Por tanto, poner inicialmente unos dos tercios de la cantidad indicada y luego ir añadiendo poco a poco y mezclar hasta obtener una masa suave y no pegajosa.
La masa se divide en 4 partes, a las que se les da forma de bolitas. Se dejan reposar al menos 20 minutos, envueltos en una toalla limpia.
La mantequilla se derrite.
Luego se enrolla cada bola hasta formar un pan grueso con un diámetro de unos 20 cm. Tres de los panes se untan con mantequilla derretida y se apilan uno encima del otro, y el cuarto se coloca encima y sin engrasar.
El montón formado de esta manera se extiende con cuidado hasta formar una corteza redonda muy grande, de al menos 70 cm de diámetro. Se divide mentalmente en dos partes. Si queda algo de mantequilla derretida, es bueno untarlo encima.
Batir los huevos muy ligeramente con un tenedor y repartirlos por la mitad de la base. Espolvorea el queso desmenuzado y el queso rallado y cubre la mitad vacía de la corteza sobre el relleno. Estirar ligeramente con el rodillo, sin presionar demasiado y con cuidado de que no se salga el relleno.
Luego la masa se corta en cuadrados con un lado de 5-6 cm. el borde de un plato o con el borde de la tapa de una olla (tal vez un cuchillo rizador) para cerrar los extremos. En el caso de la foto no se cortaron con tapa y se partieron, pero si las haces debes cortarlas con ella o con un plato.
Las hamburguesas así preparadas se fríen en un baño de aceite en grasa bien calentada.