Esta es mi masa de pizza. He probado diferentes recetas de masa a lo largo del tiempo, pero esta sigue siendo mi favorita. Los productos son pocos, no hay huevos ni leche. Sólo agua, aceite de oliva o aceite, sal y un poco de azúcar. Hace años, solía preparar la pizza sólo en una sartén: la masa se extendía perfectamente sin acumularse (con la ayuda de las manos engrasadas o con aceite de oliva). Luego descubrí la cocción en bandeja invertida y la cosa cambió radicalmente. En casa sólo quieren pizza de esta manera.



Productos:


250 ml de agua tibia

1 paquete de levadura seca (7g)

1 cucharadita azúcar

1 cucharadita sal

4-5 cucharadas. aceite de oliva o aceite

unos 400-500 g de harina

La levadura se disuelve en el agua. Se tamiza la harina. Hacer un pozo y verter el aceite. Agrega la sal y el azúcar, y finalmente la levadura disuelta. Amasar una masa suave. Déjalo crecer. Esta masa es suficiente para dos moldes para pizza grandes o varios más pequeños (según el tamaño). Cuando suba, engrasar las manos y coger la mitad de la masa. Se coloca en una bandeja engrasada y se extiende con cuidado con las manos hasta formar una capa fina. La pizza se cubre con los productos que se deseen.

Hornee en horno precalentado a 180 grados.

Para el otro método de horneado: coloque un molde viejo en el horno, dándole la vuelta. El horno se calienta a 180 grados. Coge una bola de masa y colócala sobre un papel de horno espolvoreado con un poco de harina. Se enrolla formando un círculo del grosor que se desee. La parte superior se adorna con los productos que se deseen. Se mueve junto con el papel con cuidado sobre el fondo calentado de la bandeja. Hornee hasta que esté listo.

Eso es todo. ¡Es súper rápido y está garantizado que estará delicioso!

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