Recuerdo que hace un tiempo mi abuela solía hacer ortigas cada primavera. Realmente me encantó ese rico sabor a ortiga, complementado con huevos y devesil fresco. Además, me encantó mucho la calabaza que usó para esta receta y para hacer la calabaza. Correr con él era como hacer algún tipo de magia. Hoy en día no tengo un djuruliak, pero tengo varios otros dispositivos que lo reemplazan con éxito. Bueno, si logro conseguir uno, no me enfadaré en absoluto.
Esta es una de las recetas que he comido, pero no recuerdo exactamente cómo la hacía mi abuela. Por eso tuve que cocinarlo a mi gusto. Para ello utilicé muchas ortigas; esta vez las compré porque no había tiempo para recogerlas. La cantidad son 3 bolsas del mercado, cada una de 100-150 gramos.
Eso sí, puedes reducirlo porque salieron 6 porciones.
Productos:
3 paquetes de ortigas
6 huevos
1 manojo de cebollas verdes (tal vez una cabeza más pequeña)
1 zanahoria (no según la receta, pero a mí me gusta con ella)
3 cucharadas harina
1 cucharadita pimiento rojo
sal
pimienta negra
enloquecido
La ortiga se limpia si contiene malas hierbas. Se escalda con agua hirviendo y se deja en ella 2-3 minutos. Retirar reservando el agua. Picar finamente la ortiga. Se limpia y pica finamente la cebolla y se ralla la zanahoria. Calentar un poco de grasa (3-4 cucharadas) en una cacerola y verter en ella la cebolla y la zanahoria. Se cocinan hasta que estén bien blandas. Espolvorea con harina y pimiento rojo y mezcla. Agrega la ortiga picada. Se vierte con agua de ortiga, una cantidad para no quemar la ortiga, un poco para que no flote en ella. Se pueden agregar más si es necesario. Se cuece la ortiga hasta que se ablande muy bien. Sal y agrega pimienta negra. Remueve ligeramente los huevos con un tenedor y un poco de sal y vierte en la ortiga hirviendo. Se esponja muy bien: utilicé alambre mientras se cocinaban los huevos. Espolvorear con el devesil picado.
Si lo desea, puede agregar queso y espolvorear con nueces trituradas al final.