Panes de miel con crema de nueces

Fuente: natalina

Hay recetas que sabemos que nos gustarán cuando veamos el nombre. Esta es la receta que os ofrezco hoy. Hace mucho tiempo, cuando me encontré con Cook en el hilo de Natalina y yo, estas empanadas me impresionaron y entraron en la lista de cosas que quiero cocinar. Desafortunadamente, recién lo logré ahora. Ya sé que me perdí mucho. Los recomiendo mucho para las vacaciones de Navidad. Realmente parece complicado, pero en realidad son fáciles de hacer y valen la pena.

Productos:

Masa:
600 g de harina
50 g de grasa (yo usé mantequilla)
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
4 cucharadas de miel
2 huevos
150 g de azúcar en polvo
leche fresca, hasta obtener una masa elástica y semidura

Crema:
1/2 litro de leche fresca
5 cucharadas de harina
100 g de azúcar
250 gramos de mantequilla
250 g de nueces molidas

Frío:
4 cucharadas de leche fresca
140 g de azúcar
100 g de aceite
1 cucharada de cacao

Se amasa una masa elástica a partir de los productos indicados para la masa. Dividir en 4 bolas. Cada bola se enrolla hasta formar una corteza de aproximadamente 1/2 cm de espesor. Lo enrollé directamente sobre papel de horno y lo transfirí a un molde rectangular. Las pieles se hornean a unos 160-170°; en el momento en que empiezan a ponerse rojas, se retiran para que no se quemen y se endurezcan mucho. Hornee durante unos 10 minutos cada uno. La nata se prepara añadiendo a la leche azucarada hirviendo la harina disuelta en un poco de leche fría. Todo esto se hierve hasta obtener una papilla. Cuando se enfríe (en ningún caso debe estar caliente), añadir 250 g de mantequilla (a temperatura ambiente) y 250 g de nueces molidas. Las tablas se untan con esta crema y se presionan con algo pesado para mantenerlas planas. De lo contrario, se curvarán. Por tanto, la crema no debe quedar fina, porque se esparcirá. El bizcocho así preparado se deja aproximadamente un día en un lugar fresco para que endurezca y absorba la nata, luego de lo cual se vierte con el glaseado: se calienta todo hasta que se derrita la mantequilla y el azúcar, luego se retira del fuego y se deja espesar un poco. Las tablas se vierten con este esmalte y se deja endurecer. Luego, las tablas se cortan en cuadrados o romboides, cada uno rematado con unas cuantas bolas de azúcar plateadas u doradas, o un abanico de chocolate blanco, o cualquier decoración que prefieras.

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