La receta de este manjar la vi hace mucho tiempo aquí. No lo hice durante varios años. Hoy se me antojó algo con espinacas y volví a pensar en ello. Sin embargo, lo cambié a mi criterio y resultó ser esta delicia.

Productos:

unos 500 g de patatas

450 g de espinacas congeladas o aproximadamente 1 kg frescas

7 huevos

200 gramos de queso rallado

200 gramos de queso
4 cucharadas mantequilla de vaca

1 cucharada cebollino seco o 7-8 hojas de cebollino fresco

pimienta y sal al gusto. Eso sí, cuidado con la sal, porque también lleva queso.

Se hierven 4 de los huevos. Las patatas se lavan y se hierven. Las espinacas, si están congeladas, se descongelan, y si están frescas, se limpian, se lavan y se pican finamente. Se calientan tres cucharadas de aceite y se cuecen en él las espinacas durante unos minutos. Pelar y triturar las patatas. Agregue espinacas, 3 huevos, 150 g de queso, queso y especias. Todo se mezcla muy bien. Engrase el fondo y los lados del molde para hornear con el aceite restante. La mezcla se vierte en la sartén. Se nivela y con ayuda de una cuchara se hacen 8 hendiduras, en las que posteriormente se colocarán los huevos. El plato se hornea a 200*. Cuando se pone rojo por encima, se saca y en los huecos se colocan huevos cortados por la mitad. Espolvorea con el queso restante y regresa al horno para terminar de hornear.

Deje que se enfríe un poco antes de servir, ya que los trozos se desmoronarán si están calientes.

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