Pastel retorcido con calabaza y corteza picada

La tarta de calabaza y corteza picada forma parte de mis recuerdos de infancia. Otro recuerdo 🙂 Una de mis abuelas solo hacía tortas planas y la otra solo tortas desmenuzadas. No sé por qué nadie hizo ambas cosas, pero lo bueno es que yo puedo hacer ambas cosas. Hasta hace poco, extender masas finas y bonitas para tartas parecía algo que nunca aprendería. Es como si no hubiera aprendido de mi abuela cuando debería haberlo hecho… Bueno, resulta que puedo hacerlo yo misma muy bien y sin que nadie me enseñe. Al parecer no confiaba lo suficiente en mí mismo.
La abuela Stanka, que hacía las tartas finas, también hacía tartas con queso y tartas con calabaza. Por lo general, cuando nos reuníamos todos para las fiestas, ella hacía dos pasteles de calabaza, uno con canela y otro sin canela. Para complacer todos los gustos 🙂
Ahora lo hago con canela, pero puedes omitirlo si no te gusta ese sabor.
También puedes agregar nueces trituradas si lo deseas.
Me los salté e hice el pastel en su forma más pura con calabaza cruda, tal como recuerdo que lo hacía mi abuela.

Productos:

Para la masa:

300 ml de agua tibia
1 cucharadita vinagre
2 cucharadas aceite
1 cucharadita sal
unos 500-600 g de harina para amasar (yo uso harina para tarta)
y más harina para enrollar

más:

unos 600-800 g de calabaza (depende de lo rico que te guste el relleno)
8 cucharadas aceite
azúcar al gusto
1 cucharada canela (puede ser menos o más)

A partir de los productos de masa especificados se amasa una masa suave, lisa y no pegajosa. Se divide en 4 partes, a las que se les da forma de bolas. Se colocan en una bandeja espolvoreada con harina, se cubren con una toalla y se dejan reposar al menos 20 minutos.
En esta bolsa se limpia la calabaza y se ralla con un rallador fino. Cada calabaza tiene un dulzor diferente, y cada una tiene su propio sabor, por eso el azúcar y la canela que se le añade a la calabaza rallada son al gusto. Se confunden. Algunas calabazas sueltan mucho líquido, otras menos. Para preparar una tarta con calabaza y corteza picada, es mejor escurrir el líquido para que la tarta no quede demasiado pegajosa.

Cada bola se extiende sobre una corteza fina y se espolvorea constantemente con harina para evitar que se pegue. Espolvorea con 1/4 de la calabaza y 2 cucharadas. Engrase bien toda la base y enrolle hasta formar un rollo suelto. Luego, la primera corteza se enrolla en forma de caracol y se coloca en una sartén engrasada en el medio.
Las cortezas restantes se enrollan. Unte muy ligeramente la hamburguesa con forma de aceite, teniendo cuidado de no ejercer presión ya que se aplanará.
Hornee hasta que esté dorado en un horno precalentado a 180 grados. A mitad del horneado, puedes taparlo con papel para evitar que se queme.
Una vez sacado del horno, se deja enfriar bien y se espolvorea generosamente con azúcar glass.

¡Disfrútala!

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