Hoy os ofrezco una receta de panes dulces portugueses. Vi una foto de esos panes hace algún tiempo y guardé el enlace. Pero cuando decidí buscarlos nuevamente, la receta ya no estaba. Los busqué nuevamente y encontré otras tres recetas a partir de las cuales preparé esta.
Se trata de panes que tienen un sabor muy parecido a nuestros bollos de masa madre, pero con leche condensada azucarada en la masa. Además, tienen una forma diferente: se parecen más a pretzels y no tienen relleno. Cocinar no es nada difícil. Es agradable trabajar con la masa.
Y el resultado es maravilloso. Delicioso y muy aromático.
Productos:
unos 500 g de harina
3 huevos medianos
11 g de levadura seca
75 ml de leche fresca tibia
60 g de mantequilla de vaca
3 cucharadas aceite
2 cucharadas azúcar
200 g de leche condensada azucarada
1/3 cucharadita. sal
1 vaina de vainilla
1 yema de huevo para untar
semillas de sésamo o azúcar para espolvorear
Mezclar 400 g de harina con levadura y azúcar, mezclar bien y hacer un pozo. La mantequilla se derrite. Batir ligeramente los huevos con un alambre y agregarles leche fresca, mantequilla, aceite, leche condensada y sal. Mezclar bien y verter en los ingredientes secos. Amasar la masa añadiendo poco a poco el resto de la harina. Obtendrás una masa un poco pegajosa, no te preocupes por eso. Si la masa aún está muy pegajosa, añade un poco más de harina. Amasar la masa durante unos 10 minutos. Se deja reposar unos 90 minutos, pero también depende del calor de la habitación.
La masa cocida se divide en 12 trozos iguales. Después de eso, se forman mechas con una longitud de aproximadamente 55 cm, a partir de las cuales se trenzan los panes.
Se disponen en bandejas forradas con papel de horno o engrasadas, se cubren con toallas limpias y se dejan reposar de nuevo durante unos 30 minutos.
Se untan con una yema batida con un poco de leche y se espolvorean con semillas de sésamo, en mi caso blanco y negro.
Se hornean en un horno calentado a 180 grados y, a mitad de cocción, se pueden cubrir con papel o papel de aluminio para evitar que se quemen.