Las patatas salteadas se pueden comer solas o como guarnición de carnes o pescados. Cuando hago patatas salteadas en casa, suelen ser una guarnición y nunca tenemos suficientes por mucho que lo intente. Quizás sea extraño que en nuestro país la guarnición de patatas de alguna manera quede en un segundo plano, y a todos nos gusta mucho. Y son algo sencillo. Pero como sabemos, la verdad está en las cosas simples.
Nunca encontraron un lugar en el blog hasta ahora, pero he aquí, hoy encontré tiempo para ello. Hice las patatas salteadas como guarnición de una carpa a la parrilla muy rica y quedaron perfectas.
Productos:
aproximadamente 1 kg de patatas
50 g de mantequilla y unos 50 ml de aceite (Se pueden preparar solo con mantequilla, o incluso solo con aceite, pero elijas el que elijas, no te saltes la mantequilla. Quedan riquísimos con ellos).
2-3-4 dientes de ajo (Es cuestión de gustos. A veces también uso ajo en polvo).
hinojo
Se lavan las patatas y se cuecen con un poco de sal. Tenga cuidado de no cocinarlos demasiado, mejor un poco poco cocidos. Pelar y cortar en trozos. Ahora tú eliges en qué trozos los cortas. Tal vez cubos más grandes, tal vez más pequeños. Los he hecho todos, están todos deliciosos.
Como esta cantidad de patatas es bastante y no caben en la sartén de una vez, recomiendo que la grasa no se añada toda de una vez la primera vez. Considere el tamaño de su sartén y cuántas veces necesitará recargar las papas. Luego divide la grasa en tantas porciones. No es fatal añadir un poco más o reducir. Nos gusta así.
Entonces, se calienta bien la grasa y se vierten las patatas. Si es necesario, se salan. Se revuelven de vez en cuando y se cuecen hasta que adquieran un bonito color dorado. Incluso más que dorado. Me gustan más los fritos 🙂 Al final de la cocción se añade el ajo picado. (Puedes cocinarlos sin ajo, pero entonces no quedarán tan sabrosos). Cocínalos por uno o dos minutos más, revolviendo y finalmente agregando el eneldo.