¡No, no! No hablaremos de relojes. Hablaremos mientras comemos, por supuesto.
Hace unos días apareció en Facebook este vídeo que muestra cómo se cocina esta comida callejera en Uganda.
https://www.youtube.com/watch?v=w1wBa5fQHjg
Bueno, no me llevó mucho tiempo darme cuenta de que pronto lo haría. La semana pasada vi que había chapatis en Lidl durante la semana asiática y hoy he decidido comprobar si quedaba alguno. Desafortunadamente, no hubo chapatis, sino panes de tortilla, que encajan perfectamente en esta receta.
Agregué algo propio a la receta y arruiné completamente las cosas. Pero os garantizo que está muy, muy rico.
Si no tienes dónde comprar chapatis o tortillas (creo que los dunners también servirán), puedes hacer los tuyos propios. Hace mucho tiempo hice chapatis según esta receta y tuvieron éxito. Sólo tendrás que hacer coincidir el tamaño de los panes con el tamaño de las tortillas.
Supongo que ya has visto el clip. Miré algunos más y resulta que este tipo de alimentos se pueden variar en cuanto al contenido vegetal de su interior. Elegí la opción indicada y lo hice así:
Un poco de col cortada en tiras finas, un poco de zanahoria rallada, pimiento verde finamente picado y trozos de tomate finamente picados. Esto lo mezclé, lo salaré y le agregué huevos. La cebolla la he omitido por algunas peculiaridades mías, pero si te gusta ponla. Hice tres tandas y reuní los ingredientes de los tres al mismo tiempo en un tazón. Lo mezclé bien y le agregué un poco de pimienta negra y un poco de chile.
Luego se vierte la mezcla en una sartén caliente ligeramente engrasada y se cocina uniformemente por ambos lados. Para ser honesto, tuve un poco de problema con el volteo, pero lo solucioné deslizando las tortillas en un plato y usándolo para darles la vuelta y cocinarlas del otro lado.
La tortilla terminada se coloca sobre el pan preparado previamente, se regresa a la sartén para que se dore ligeramente y quede crujiente y se retira. Se suele colocar encima los tomates, se dobla y está lista para comer. Sin embargo, decidí que le gustaría algo más. Unté un poco de mayonesa, puse atún en el medio y arreglé tomates y pepinos. Luego me doblé. A medida que la tortilla horneada quede crujiente, es posible que se rompa un poco, pero te aseguro que esto no afectará en absoluto el sabor.
La receta es muy fácil y rápida de hacer. En poco tiempo tendrás una cena maravillosa y podrás engañar a los niños para que coman verduras.