Estos deliciosos panecillos de queso y refresco están hechos a partir de una receta que desenterré de cuadernos viejos y son perfectos para el desayuno. Son mucho más rápidos de preparar que los bocadillos con queso que puedes preparar con levadura porque no suben, pero son lo suficientemente sabrosos como para que a todos en tu casa les encanten. Además, aportarás variedad a los desayunos que prepares en casa y podrás sustituir los tradicionales mekki, banika, tutmaniki y tortitas.
Además del desayuno, por supuesto, puedes servir estos rollitos de queso como sustituto del pan o simplemente como snack.
Productos:
para la masa:
3 huevos
5 cucharadas aceite
1 cubo de yogur
1 cucharadita bicarbonato de sosa
una pizca de sal
unos 700-800 g de harina para una masa medianamente blanda
200-300 g de queso
aceite
1 yema de huevo para untar
mantequilla de vaca y sésamo para espolvorear
Se tamiza la harina y se hace un pozo en ella. Mezclar el refresco con el yogur en un bol, agregar los huevos y el aceite y mezclar. Esta mezcla se vierte en la harina y se agrega sal. Se amasa una masa no pegajosa que se divide en tres bolitas, se tapa con un paño limpio y se deja reposar 10 minutos.
Quizás necesites más o menos harina para amasar la masa. Recomiendo verter 600 g inicialmente, y añadir el resto poco a poco mientras amasas y hasta que juzgues que la masa ya no está pegajosa y está lo suficientemente blanda.
La primera bola de masa se enrolla formando un rectángulo delgado con dolemina de unos 50 por 30 cm. y espolvorear con queso desmenuzado y una o dos cucharadas de aceite. Extienda la segunda corteza con las mismas dimensiones y colóquela encima de la primera. Se prensa para que no quede aire entre ambos y se vuelve a espolvorear con queso y aceite. La tercera corteza se trata de la misma forma. Las cortezas así preparadas se enrollan. Se cortan los caracoles con un grosor de aproximadamente 1 cm y se colocan en una bandeja forrada con papel de horno o engrasada. Se unta cada caracol con una yema batida con un poco de agua, se coloca un pedacito de mantequilla y se espolvorea con semillas de sésamo. Hornear en horno precalentado a 180 grados.
