La sopa jolan es una receta que lleva mucho tiempo en mis planes de cocina y aquí por fin le doy el paso. Este guiso de jarrete de cerdo se parece un poco al guiso de callos, pero personalmente me queda mucho mejor. Combina perfectamente con los fríos días de invierno, pero no veo por qué prepararlo todo el año. Además, saber cuánto colágeno hay en la pierna, la convierte en la carne preferida en casa. Por supuesto, además de esta versión, se pueden preparar otro tipo de sopas de codillo de cerdo. Quizás haga otro pronto.
Y ahora – a la receta.
Productos:
1 bonito jarrete trasero con hueso
1 cebolla
1 zanahoria
40-50 g de cabezas de apio
3-4 dientes de ajo
1 hoja de laurel
1 cucharadita granos de pimienta negra
250 ml de leche fresca
30 g de mantequilla de vaca
2 cucharadas harina
1 cucharada pimiento rojo
sal
El jolan se coloca en una olla adecuada y se llena con agua hasta cubrirlo. Se pone a hervir con un poco de sal, quitando la espuma. Luego se cortan las verduras en trozos grandes y se añaden a la pierna junto con la hoja de laurel y la pimienta negra. Se hierve todo hasta que la carne de la pierna comienza a desprenderse sola del hueso.
La pierna hervida se retira del caldo, se deshuesa y se parte o se corta en trozos.
Se cuela el caldo y se devuelve al fuego. Se le añade leche fresca.
La mantequilla de vaca se calienta por separado, se le añade harina y se fríe hasta que esté dorada. Echamos el pimiento rojo, removemos y añadimos unos cucharones de caldo, removiendo todo muy bien para que no queden grumos. La mezcla se vierte en el caldo. La carne deshuesada también vuelve allí.
Como no me gusta tirar las verduras que se cuela del caldo, las paso por un colador y las devuelvo a la sopa quitando los granos de pimienta y el laurel.
La sopa así preparada se deja hervir a fuego lento durante otros diez minutos. Opcionalmente se sirve con ajo machacado y vinagre. Aunque no me gusta, así que le puse el jugo de los chiles 🙂 Además, la sopa no será la misma si no le agregas un poco de chile.