Uno de mis blogs favoritos en idiomas extranjeros es este. Ayer paseando por allí me encontré con la receta de este pastelito. Me gustó la combinación de sémola, manzanas y chocolate, combinada con nueces, y decidí hacerla en el segundo.
Ya había hecho manzanas y chocolate o manzanas y sémola antes, pero me gustó la idea de probar todo junto. Resultó ser un pastel muy sabroso. Ligeramente húmedo y no demasiado dulce. ¡Estoy muy satisfecho!
Productos:
1 cucharadita sémola (con una capacidad de 200 ml)
200 ml de leche fresca
1 cucharadita azúcar
3 manzanas – peladas y ralladas
1 huevo
1/2 cucharadita aceite
1/2 cucharadita leche fresca
3 cucharadas cacao
3 cucharadas harina
1 cucharadita Levadura en polvo
1 cucharadita nueces picadas
Para el glaseado:
150 g de chocolate (yo usé negro)
6 cucharadas leche fresca
60 gramos de azúcar
60 g de mantequilla de vaca
Se mezcla leche fresca (200 ml) con sémola y se deja en remojo una hora (yo me quedé más de dos horas porque tenía que salir). A esta mezcla añadir el resto de los productos en el orden indicado anteriormente, revolviendo todo con cuidado con un alambre, verter en una bandeja forrada con papel de horno y hornear en el horno calentado a 170*. Durante este tiempo, los productos para el glaseado se mezclan y se derriten al baño maría hasta que el azúcar se disuelva por completo. Una vez horneado el bizcocho, se vierte con el glaseado. Deje que se enfríe por completo antes de cortarlo.